Descripción: Matías está emocionado por conocer a la chica que conoció en el chat, ¿será ella su amor verdadero?
Personajes: Matías, Julio, Tía Dora
PRIMER ACTO
En un pequeño apartamento de estudiantes, Matías y su amigo Julio miran con una sonrisa hacia la laptop del primero.
Julio: Debo admitirlo, Matías. Esa tal Gatita45 está como quiere, ¡mira nada más que cuerpo! Lástima que no se le vea la cara.
Matías: Es para mantener el misterio, yo tampoco le he enviado fotos de mi cara.
Julio: Pues si así es de cuerpo, debe ser guapísima.
Matías: Ahora soy yo quien tiene que admitir Julio, que tu idea de crearme una cuenta en esta página de citas fue brillante. ¡Creo que encontré a la chica perfecta!
Julio: Y estás a punto de conocerla, ¿a qué hora quedaste con ella?
Matías: A las 4 de la tarde, en el Café Rojo. Debo marcharme ya.
Julio: ¡Ojo de tigre! No te olvides de enseñarme fotos cuando regreses.
Matías coge su chaqueta y sale de escena.
SEGUNDO ACTO
Matías llega al café donde quedó de verse con su cita, se sienta en la terraza y mira su teléfono ansioso. Entra en escena una mujer madura y gorda, vestida de un modo poco adecuado para su edad y se sorprende al verlo.
Tía Dora: ¿Matías?
Matías (sorprendido): ¿Tía Dora? ¿Qué hace usted aquí?
Tía Dora: La pregunta es que haces tú aquí, ¿no deberías estar en la universidad?
Matías: Yo… yo, es que también tengo una cita.
Tía Dora: ¿Con quién?
Matías (nervioso): Una chica que conocí por Internet.
Tía Dora: Ajá, ¿y quién es esa chica?
Matías; Tía, por favor, no se meta. Ella llegará en cualquier momento.
Tía Dora: ¡Voy a tener que decirle esto a tus padres! Y para colmo mi cita que tampoco llega. Chico de Fuego… ya decía yo que con semejante nombre, muy confiable no iba a ser.
Matías se pone pálido.
Matías: Tía, usted… ¿usted es Gatita45?
Tía Dora: ¡¿Cómo lo sabes?! ¡¿Me estabas jugando una broma?!
Matías: ¡Tía, déjeme explicarle!
Tía Dora: ¡Desgraciado! ¡Aprovecharse de esta manera de una dama!
Matías:: ¡Pero tía, si usted me mandaba fotos sensuales sin que yo se las pidiera! Y para colmo, ni eran suyas.
Tía Dora: ¡Ahora verás, mocoso!
Le pega con su bolso y Matías trata de defenderse, antes de salir corriendo de escena.
TERCER ACTO
Matías vuelve a entrar en su apartamento, donde Julio lo espera tomando una cerveza. Lo ve ir directamente hacia la computadora, desconectarla y llevarla al bote de basura.
Julio: ¡Hey, hey! Alto ahí, amigo. ¿Qué pasó? ¿Te dejaron plantado o qué?
Matías: No. Ella estaba ahí. Gatita45 fue muy puntual.
Julio: ¿Entonces? ¡Ya sé! No me digas que se decepcionó al verte.
Matías termina de tirar la computadora y le arrebata la cerveza para darle un largo trago.
Matías: ¡Ya lo decidí! A partir de ahora, nada de citas por Internet. Prefiero seguir buscando el amor a la antigua.
Julio: Pero bueno, ¿tú me vas a contar que pasó o qué?
Matías: Después te digo… pero que sepas que esta es la última vez que hago caso de una de tus “brillantes ideas”.
FIN