Descripción: Don Demetrio es un hombre de campo que un día, encuentra a su hijo jugando con una extraña criatura. ¿Qué pasará?
Personajes: Don Demetrio, José, Muqui
PRIMER ACTO
Se abre el telón y vemos que el escenario está decorado como el interior de una mina. Allí, Don Demetrio, un hombre muy trabajador, usa su pico para buscar incansablemente alguna veta de oro, sin éxito.
Entra en escena un niño pequeño, llevando una cesta.
José: Papá, te he traído la comida.
Don Demetrio: Gracias, hijito. No sé que haría sin ti. Desde que tu madre se nos fue al cielo, eres la única razón por la que vengo todos los días a buscar oro. Lástima que no da resultado, seguimos tan pobres como siempre.
José: No te rindas, papá. Estoy seguro de que pronto encontrarás oro y saldremos adelante.
Don Demetrio: Eso espero, hijo. Eso espero… voy a picar un poco al fondo de la mina, a ver si tengo suerte. Tú no te muevas de aquí.
Don Demetrio sale de escena mientras José se sienta para jugar con unos trozos de carbón. En ese instante, una voz fuera de escena pronuncia su nombre.
José: ¿Quién anda ahí?
SEGUNDO ACTO
Don Demetrio entra en escena y encuentra a su hijo sentado en el suelo, jugando con un duende de su misma estatura y orejas puntiagudas. Asustado, saca su cuchillo y se lanza contra él.
Don Demetrio: ¡Aléjate de mi hijo, criatura infernal!
José: ¡Papá, no! ¡No le hagas daño! ¡Él es bueno!
Don Demetrio: ¡No José, los duendes no traen nada bueno! ¡Pueden tratar de llevarte y entonces yo nunca te volvería a ver!
José: El Muqui no es así, papá.
Muqui: Por favor, déjame ir, no quiero hacerle daño a tu hijo. Vine a hablar con él porque me sentía muy solo.
Don Demetrio: ¿Cómo se que estás diciendo la verdad?
Muqui: Te doy mi palabra. Además, si me dejas ir puedo darte un gran tesoro.
Don Demetrio: ¿Un tesoro?
Muqui: Sé que has cavado día tras día sin hallar ni una sola veta de oro y lamento decirte que en estas cavernas no lo vas a lograr. Pero yo vengo de una ciudad subterránea en donde el oro crece por todas partes. Si me dejas ir, prometo subir todos los días para darte una parte.
Don Demetrio: De acuerdo, pero espero que cumplas tu promesa.
Lo suelta y el Muqui sale corriendo de escena.
Don Demetrio: ¡Eh, vuelve! ¡Teníamos un trato!
José: Déjalo, papá. Seguro sigue asustado. Pero no te preocupes, el Moqui es un ser bueno.
TERCER ACTO
Don Demetrio y José se encuentran ahora frente a un montón de lingotes de oro, fascinados.
José: ¡El muqui cumplió su promesa, papá! ¡Mira cuanto oro!
Don Demetrio: Es verdad, nunca en mi vida había visto tanto oro junto. ¿Sabes lo que esto significa, hijito? ¡Vamos a ser las personas más ricas de la región! ¡Se acabó esta vida de pobreza!
José: Claro, papá. Pero recuerda que con oro o sin él, lo más importante es que estemos juntos.
Don Demetrio: Claro que sí, hijito.
Padre e hijo se abrazan con alegría, antes de que el telón se cierre.
FIN
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