Descripción: Tras ser abandonada por su marido, Ofelia se siente sola y desdichada. Un día conoce a un amable muchacho que pondrá su mundo de cabeza.
Personajes: Ofelia, Sebastián, Saúl
PRIMER ACTO
Ofelia, una mujer de edad mediana, se encuentra sentada en un salón de clases vacío, mirando unos papeles en sus manos. Se la ve triste y desanimada.
Ofelia: Divorcio… después de diez años casados te atreves a mencionar esa posibilidad, Saúl. Lo peor de todo es que ni siquiera tienes el valor de decírmelo enfrente.
Entra en escena un muchacho universitario apuesto, quien mira a Ofelia con preocupación.
Sebastián: Profesora Ofelia, ¿se encuentra bien?
Ofelia (sobresaltada): Sí, sí… ¿ocurre algo, Sebastián?
Sebastián: Parecía usted estar hablando con alguien.
Ofelia: No importa, hablaba conmigo misma.
Sebastián (acercándose): ¿Segura que está usted bien, profesora? Hace días que la noto extraña, ¿sabe? Me tiene muy preocupado.
Ofelia: ¿Preocupado tú? Tonterías, seguramente tendrás mejores asuntos de los cuales ocuparte. Con la cantidad de muchachitas que andan tras de ti.
Sebastián agacha la cabeza, abochornado.
Sebastián: Es que… a mí no me interesa ninguna muchachita, maestra.
Ofelia: ¿No?
Sebastián la mira.
Sebastián: Profesora, va a parecerle extraño… pero hace días que no dejo de pensar en usted.
Ofelia se levanta y recoge sus cosas.
Ofelia: Por favor, Sebastián, eso es muy inapropiado. No vuelvas a hacer una broma así.
Ofelia sale apurada.
SEGUNDO ACTO
En un café, Ofelia espera nerviosa a que llegue su cita. Esta resulta ser Sebastián, quien entra en escena con un ramo de claveles rosas en la mano.
Sebastián (sentándose): Toma, las he traído para ti.
Ofelia las toma y las mira con preocupación.
Sebastián: ¿Qué pasa?
Ofelia: Estaba pensando en que no sé como diablos permití que esto llegara tan lejos. Sebastián, tú me gustas, pero yo soy tu maestra. Aun no me creo que no te importe la diferencia de edad.
Sebastián: Pues no lo hace, Ofelia. Soy mayor de edad y puedo tomar mis propias decisiones. Y me enamoré de ti desde la primera vez que te vi, Ofelia. Tu esposo ha sido un idiota al dejarte.
Ambos se besan con ternura mientras Sebastián toma la mano de Ofelia.
Ofelia: Aún me duele que Saúl haya tomado esa decisión. Se enamoró de una chica más joven que yo, ¿sabes?
Sebastián: Que ironía y que estúpido por no ver lo que tenía en casa. Ofelia, deja que yo te cuide y te ame. La edad solo es un número, pero lo que yo siento por ti, eso siempre va a ser eterno.
TERCER ACTO
Ofelia se encuentra en su casa leyendo, cuando de repente entra Saúl, su esposo.
Ofelia: ¿Qué haces aquí?
Saúl: ¿Es verdad que estás saliendo con alguien? ¿Un muchacho?
Ofelia: Eso ya no te incumbe, desde que nos estamos divorciando.
Saúl: Ofelia, creo que me precipité, cometí un error, ¿sabes?
Ofelia ríe.
Ofelia: Yo en cambio siento que por primera vez hago lo correcto en mi vida. Tengo a un hombre que me ama y me valora por quien soy, y no por mi edad. Vete Saúl, no te necesito más.
Saúl se retira, desolado y ella sonríe, mirando un clavel rosa que toma de un jarrón cercano.
FIN
¡Sé el primero en comentar!