Descripción: Cuenta la leyenda que un día la luna decidió bendecir a un joven indio con un precioso regalo: la yerba mate.
Personajes: Narrador, Luna, Nube, Indio, Tigre
PRIMER ACTO
Se abre el telón mostrando en la escenografía, un cielo azul y repleto de nubes. Fuera de escena, la voz del narrador comienza a contar una historia.
Narrador: Cuentan que hace mucho tiempo, a la luna le gustaba ir a pasear por el monte y adoptando forma humana, bajaba a la tierra acompañada de su hermana, una nube que se disfrazaba también de una hermosa jovencita para poder ir con ella.
Dos chicas vestidas de blanco entran a toda prisa en el escenario.
Luna: ¡Apúrate, hermanita! Que quiero volver a casa antes de que el sol se ponga. Recuerda que esta noche, debo salir a iluminar el cielo como siempre.
Nube: Es verdad, ¿a dónde me vas a llevar hoy, querida hermana?
Luna: Quiero que conozcas una pradera muy linda, que está llena de flores. Allí no habrá nadie que nos moleste.
Nube: Está bien, yo te sigo.
Narrador: Y así, las dos hermanitas se fueron de paseo sin imaginar el peligro que les aguardaba.
SEGUNDO ACTO
En el monte, la luna y su hermana pasean muy contentas cuando de pronto, un tigre entra en escena y las amenaza con un rugido.
Nube (asustada): ¡Ay no! ¡Hermanita!
La luna abraza a la nube y ambas gritan cuando ven que el tigre está a punto de lanzarse sobre ellas. De pronto, una flecha sale disparada desde uno de los laterales del escenario y se queda incrustada en su espalda. El tigre aúlla de dolor y cae al suelo, cosa que las muchachas aprovechan para escapar.
Entra un indio corriendo al escenario, con su arco y flecha en la mano.
Indio: ¡Le di, le di! Que animal tan vil, ¡atacar a dos señoritas!
Mira a su alrededor buscándolas.
Indio: ¿A dónde se habrán ido?
Busca por todo el escenario, se encoge de hombros y recoge su flecha.
TERCER ACTO
Por la noche, el indio se encuentra durmiendo en su casa cuando la luna, convertida en aquella hermosa joven, entra en escena deslumbrándolo.
Indio (sobresaltado): ¡Eres tú! Eres la mujer de esta mañana.
Luna: Así es, querido indio. Soy la luna y hoy después del alba, tú salvaste mi vida y la de mi hermana. Por eso te vengo a hacer un regalo, para recompensar la nobleza de tu corazón.
Indio: ¿Un regalo? ¿A mí? ¿Está hablando en serio, señorita luna?
Luna: Sí claro, lo mereces por tu valentía. Y es algo que va a ayudar mucho a toda tu gente.
La luna saca un costal con hierbas de su bolsillo y se lo tiende.
Luna: Planta estas hierbas en un pedazo de tierra fértil. Crecerá una nueva planta y tú la llamarás Caa. Con ella podrás hacer todo tipo de infusiones relajantes y curativas, para aliviar y hacer felices a los tuyos.
Indio: Gracias señorita luna, gracias.
Narrador: Y esa planta tan hermosa que habría de brotar, sería lo que hoy conocemos como yerba mate, una infusión muy popular en Argentina, que hasta hoy se sigue consumiendo en todas partes.
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