Descripción: Al nacer con un aspecto deforme, Rosalie decide someterse a una cirugía plástica para ser normal.
Personajes: Rosalie, Doctor White, Enfermeras
PRIMER ACTO
El telón se abre mostrándonos a Rosalie, una mujer que va vestida con una bata de hospital y que mantiene la cabeza agachada. Su largo cabello nos impide ver su rostro y sus manos están cruzadas sobre su regazo. Entra en escena el doctor White, quien le da la espalda al público. Lo vemos revisar un expediente, mirando solamente a Rosalie.
Doctor White: Muy bien, todos los papeles se encuentran en orden. ¿Está usted preparada, querida?
Rosalie asiente con la cabeza.
Doctor White: No voy a mentirle, es una operación complicada y con muchos riesgos. Pero se ha puesto en las menos del mejor profesional. Haré cuanto esté en mi mano para resolver su problema.
Rosalie (sin levantar la cabeza): Y cuando todo termine, ¿voy a verme normal, doctor?
Doctor White: Bueno, yo estimo que sí. En cualquier caso, el resultado será mucho mejor a lo que ve usted ahora en el espejo. ¡Enfermeras! Es hora de preparar a la paciente.
Cuatro enfermeras entran entonces al escenario. Al igual que el doctor, no podemos verles los rostros, pues no están mirando hacia la audiencia. Se agrupan alrededor de Rosalie y la preparan acostándola en la camilla y poniéndole anestesia. Rosalie se queda dormida…
SEGUNDO ACTO
En un escenario oscuro, una única luz alumbra a Rosalie, quien sigue agachada con el pelo tapándole la cara. Se mira las manos.
Rosalie: ¿Qué es esto? ¿Estoy soñando?
Voces siniestras fuera del escenario: ¡Naciste deforme! ¡Nunca lograrás ser normal! ¡Eres una desgracia! ¡Deberías morir! ¡Monstruo!
Levanta la mirada y vemos, con incredulidad, que es una muchacha normal y sumamente atractiva.
Rosalie (histérica): ¡Cállense! ¡No soy un monstruo! ¡No soy un monstruo!
La luz se apaga.
TERCER ACTO
Se vuelve a abrir el telón. En una habitación de la clínica vemos a Rosalie, quien tiene el rostro cubierto de vendas y está vestida con una bata de hospital. El doctor White vuelve a ingresar de espaldas al público y se pone ante ella.
Doctor White: Muy bien señorita, todo ha salido de maravilla. ¿Se siente mal?
Rosalie no responde.
Doctor White: Es normal que no pueda hablar ni moverse mucho, debido a los efectos de la anestesia. Hemos tenido que hacerle una reconstrucción total. Pero confío en que los resultados serán de su agrado.
El doctor White remueve las vendas de la cara de la muchacha, revelando un rostro artificial e inquietante como el de un maniquí, con las facciones rígidas y unos ojos de vidrio. Una música inquietante comienza a escucharse de fondo.
Doctor White: Déjeme decirle que luce usted espléndida, querida. Realmente espléndida.
Por fin, el doctor se da la vuelta al público y podemos verle la cara, que es muy similar a la de Rosalie. Entran las enfermeras sonriendo y podemos ver que también ellas tienen rostros artificiales y perturbadores.
Doctor White: Descuide usted señorita, pronto se acostumbrará a su nuevo aspecto. Nunca se ha visto más bella.
Las enfermeras aplauden en tanto la inquietante tonada se hace más intensa.
FIN
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